El psicólogo forense se ocupa de recopilar, examinar y presentar pruebas con una finalidad judicial. El proceso empieza cuando un abogado solicita que un psicólogo profesional realice una evaluación de personas y áreas.
El proceso de análisis psicológico forense se aplica a través de una evaluación que resulta bastante diferente a la evaluación clínica. Las evaluaciones psicológicas forenses obtienen la mayor parte de información a través de la evaluación, sin haber ningún tratamiento posterior. La finalidad es la de obtener un informe donde queden plasmadas las diferentes capacidades, incapacidades, personalidades (dificulten o ayuden), y estilos educativos, entre otros.
El psicólogo forense debe evaluar la consistencia de la información a través de diversas fuentes, que deben quedar descritas en el informe que se emite al juez y realizar un tipo de ayuda en sus decisiones.