Aparece alguien nuevo en casa… Un nuevo hermano/a

Escuchando a su nuevo hermano/a

Aparece alguien nuevo en casa… Un nuevo hermano/a

Y aparece alguien nuevo en casa… Un nuevo hermano/a… Muchas familias deciden tener más de un hijo por lo que son muchas las que se encuentran con algún que otro problema a la hora de incorporar esa persona nueva.

Tanto a nivel personal como familiar existen determinados cambios, los cuales se deben tener presentes para anticiparse a ellos.

¿Qué cambios encontramos en los padres?

Generalmente nos encontramos con cambios a nivel de organización. Con la aparición de otro hijo, el trabajo incrementa por lo que prepararse con anterioridad y organizarse, disminuye efectos de estrés. 

Otro cambio con el que podemos encontrarnos, es el cansancio acumulado. Este se debe al hecho de tener que adaptarse a la situación del bebé nuevo (a nivel alimentario como de horarios de descanso). Si a esto le sumamos el cuidado de otro u otros hijos, el cansancio aumenta.

La relación de pareja también se encuentra alterada ya que existe menos tiempo para dedicarse a ella. En este aspecto debemos intentar mantener un tiempo para disfrutar de ella y pactar determinados momentos como cenas, compras,…

No se debe olvidar el tomar un momento para sí mismas; generar un tiempo de “soledad” y tenerlo como primordial ya que ayudará a “cargar las pilas” y canalizar estados de estrés.

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Escuchando al nuevo hermano/a

¿Qué cambios encontramos en los otros hijos?

Los hijos mayores pueden presentar un gran abanico de sentimientos y emociones; desde rabietas y lloros hasta ilusión por el bebé recién llegado. Algunos niños (sobre todo de edades comprendidas entre 1 y 3), pueden realizar regresiones; conductas ya adquiridas parecen olvidarse.

En estas edades, la expresión de sentimientos no resulta fácil, por lo que es necesario ponernos en su nivel y explicarle con comprensión los cambios que van a existir en cuanto a organización y/o atención mostrada.

En niños más mayores de tres años, puede existir cierta rabia y culpa ya que, según su creencia, la atención dejara de ser absoluta para él.

En estos casos debemos insistir en la verdad de dicha emoción pero haciendo hincapié en que a pesar de haber una persona nueva en casa, se seguirán manteniendo ciertos momentos, espacios,… que sólo serán de él.

¿Qué podemos hacer para trabajar con la situación?

  • Hacer partícipe al hijo mayor de todo lo relacionado con el nuevo bebé; distribución de la habitación, colores, juguetes,… En muchas ocasiones es importante poder escoger un regalo para que el bebé que acaba de llegar se lo entregue al hermano mayor.

Este aspecto crea un nexo de unión importante y enfatiza el papel del hermano. Se sentirá importante y emocionado ya que a pesar de todo, recibe un regalo.

  • Hacerlo partícipe de todo el proceso de embarazo; enseñarle ecografías, dejarle tocar la barriga, hacer que le hable,…

Es importante que en el momento del parto el hijo mayor se encuentre cerca, bien el padre fuera o bien con algún familiar. De esta manera se sentirá integrado.

Se aconseja que cuando el hijo mayor vea a su hermano/a, no se encuentre encima de la madre. Se debe recibir al hijo mayor en un abrazo mientras el hijo pequeño reposa en la cuna.

  • Dedique un tiempo exclusivo para su hijo mayor, donde puedan compartir una película, un cuento, ir a comprar,… Este espacio es muy importante que lo realicen tanto el padre como la madre con el hijo mayor en exclusiva. Este espacio debe estar pautado a diario ya que le ayudará a sentirse fortalecido.

  • Preparar al hijo mayor antes de la llegada sobre todos los cambios posibles (distribución habitaciones, ruidos, juguetes, comidas, atenciones,…). Este aspecto debe ser explicado pausadamente y con cercanía, siempre utilizando un vocabulario que pueda ser entendido por este.